lunes, 20 de julio de 2015

Alberto Garzón (IU) a Pablo Iglesias (Podemos): “Que sepas que te espero en la bajadita”

Alberto Garzón (IU) a Pablo Iglesias (Podemos): 
“Que  sepas que te espero en la bajadita”

    Nunca digas de esta agua no beberé.
Refrán Español. 

Cuando el pasado 24 de junio, Pablo Iglesias le dijo a Alberto Garzón en la sede de PODEMOS, que “NO” había posibilidad de unión entre la plataforma de izquierdas y su agrupación de cara a las elecciones a la Presidencia del Gobierno de España, y  que la única oferta era que el propio Garzón se inscribiera en la lista de las primarias de PODEMOS, no imaginó que el muchacho le iba a salir respondón…

El candidato de Izquierda Unida, salió de esa reunión calladito, sin hacer comentarios agrios al desprecio de Iglesias, y asumió lo que hasta ahora ha sido su conducta: no responder directamente a los ataques y críticas que regularmente le han llegado desde la organización morada.
Pero resulta que Garzón se tenía guardado un As debajo de la manga, y en apenas unas semanas después de la fallida reunión, ha organizado la plataforma  “Ahora en Común”, algo similar a la plataforma “Ahora Madrid” que les dio la Alcaldía para Manuela Carmena.

La sorpresa es que esta nueva plataforma la integran miembros de Izquierda Unida, de otros pequeños grupos de izquierda y los disidentes y disgustados de PODEMOS por la composición de la lista de Iglesias a las primarias. Para completar la fuerza de “Ahora en Común”, los intelectuales de la ceja de Zapatero, llámese, Barden, Gran Wyoming, Almodóvar y otros “Comunistas Gucci”  han salido firmando un documento en el que se emplaza a las otras fuerzas de izquierda (Directamente a PODEMOS) a que se integren en una gran fuerza de izquierda para sacar al PP de la Moncloa.

La reacción no hizo esperar, Pablo Iglesias contestó que no se dejaría chantajear por obtener unos curules más en las Cortes y que PODEMOS seguiría con su estrategia: PODEMOS va solo y el que quiera venir, bienvenido, pero los demás que sigan su camino. Pocas veces se le ha visto tan vehemente y desencajado en un discurso electoral. Iglesias sabe que esta nueva plataforma puede ser y será un gran obstáculo para llegar a la presidencia, porque puede llegar a dividir el voto duro de izquierda.

Juan Carlos Monedero, el verdadero número dos de PODEMOS, él que por estar abiertamente relacionado con el castro-chavismo-madurismo, ése que falsamente dio un paso atrás, dizque renunciando a la dirección del partido, también reaccionó diciendo que: PODEMOS es la sigla que emociona y que la suma de pequeñas siglas no gana elecciones.  Llegó a decir que “Muchas cabecitas de ratón lo único que generan es un Ratón Frankenstein”.

Acto seguido, en una entrevista televisiva a Garzón, le preguntaron si no se sentía ofendido por las palabras de Monedero, y éste fiel a su estilo contestó que habló con Monedero y que éste le dijo que no se refería a Izquierda Unida…

Hecho el tonto, Garzón ha resultado ser un estratega que no será fácil de manipular por Iglesias.

Pero como este enfrentamiento es un toma y dame, ahora Iglesias convocó un referéndum On line, al mejor estilo de Tsipras,  para tratar de zanjar el debate de la unidad popular y darle el portazo definitivo al proyecto de “Ahora en común”. Con una pregunta trampa le preguntarán a sus bases si están de acuerdo con  la estrategia de alianzas electorales tal y como ha sido diseñada por la dirección, su dirección… En este referéndum, Iglesias no permitirá a los militantes que elijan entre una opción u otra. En realidad sólo preguntarán si “acepta” su estrategia, lo que deja en el aire qué ocurriría si los militantes le llevan la contraria.

Quedan apenas cinco meses para las elecciones, y PODEMOS tendrá que enfrentar varios obstáculos: Dominar y desplazar a su nuevo socio el PSOE; polarizar la atención con un PP que se regenera con nuevo logotipo, caras nuevas y la recuperación económica, el fracaso de SYRIZA en Grecia; atacar a “Ciudadanos” que le cierra el paso al centro político;  y ahora un nuevo e inesperado problema “Ahora en Común”, Izquierda Unida y su amigo Alberto Garzón…

Es justo reconocer que PODEMOS ha sido el revulsivo de la política española y eso le da derecho a aspirar a ser quien lidere la izquierda dura, pero al final ya veremos si todas estas circunstancias modifican la estrategia de Iglesias y no tenga que recordar el viejo refrán español: “Nunca digas de esta agua no beberé”.

Eduardo Guerra B

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

www.elblogoferoz.com

lunes, 6 de julio de 2015

La Tragedia Griega” ¿Un balón de oxígeno para el PP? ¿Plomo en el ala de PODEMOS?

    La multitud obedece más a la necesidad que a la razón, y a los castigos más que al honor.
Aristóteles.

Lamentablemente, aunque hubiera ganado el “Sí” en el referéndum de ayer domingo, la situación económica, política y social de Grecia no tiene una solución sin víctimas.  Pase lo que pase a partir de ahora, los griegos están padeciendo, y seguirán experimentando desesperanza, pobreza y sufrimiento. El pugilato entre el Gobierno Griego y la Unión Europea, no es una carrera corta, se parece más bien a un maratón, y no hay que olvidar que a esta altura del juego, ya la relación es perder-perder, nadie gana. Las decisiones por tomar son: quién y cómo se pierde menos; algo así como escoger lo menos malo para todos.

Esta “Tragedia Griega” está influyendo en el futuro de Europa, y sin duda, forma y formará parte importante de la precampaña y campaña electoral para llegar a la Presidencia de España el próximo mes de noviembre.

Preguntarse hoy a quién de los cuatro candidatos beneficia o perjudica más en la carrera presidencial hacia la Moncloa, es casi un ejercicio imposible, dados los distintos escenarios y salidas que puede tener el conflicto griego. Para Pablo Iglesias y Mariano Rajoy la situación es determinante, en virtud del posicionamiento claro y abierto que han tomado frente al conflicto.

Para PODEMOS toda salida que implique que Grecia salga del Euro, que vuelvan al Dracma, o que por el contrario se queden, pero aceptando todas las medidas de restricción económica que pide la Troika, será un fracaso de las políticas de Tsipras, homologable para Pablo Iglesias.  La única forma que se fortalezca PODEMOS, en virtud del triunfo del “No”, es que Europa acepte una quita mayor de la deuda griega, al menos del 30%; les den a los griegos los 20 años de gracia o carencia que piden y además, les otorguen un tercer rescate mil millonario.  Este panorama se antoja muy difícil, no sólo por el dinero que perderían todos los socios de la Unión, sino por el mal antecedente de cara a los casos donde la Troika ha impuesto sus recetas, como es el caso de Irlanda, Portugal y España. La cuestión es adivinar cómo pierden menos.

En el otro extremo, mientras más largo sea el conflicto, y se mantenga el corralito en Grecia, mejor será para Rajoy,  porque con esto demuestra que sus políticas de restricción económicas, aplicadas a la población española, valieron la pena porque se evitó que los españoles sufrieran lo que están padeciendo los griegos.

Para Pedro Sánchez y Albert Rivera, la posición es más flexible porque se han ubicado en el medio, criticando en parte a la Troika por su inflexibilidad y a los políticos griegos en general porque todos, incluyendo a Tsipras, son responsables de haber llegado hasta aquí.

El otro factor importante a conjugar en esta tragedia es el geopolítico, y de ahí el pronunciamiento de Obama a favor de suavizar las reformas a imponerles a los griegos, vista la amistad que ha buscado Tsipras con Rusia, y las ganas que tiene el Gobierno de China de terminar de entrar en el Mediterráneo. Otro escenario sería si los E.E.U.U. pusieran dinero para resolver el problema.

Al final será inevitable ver en la campaña electoral española cómo se está tratando el asunto griego bajo la óptica ideológica de derecha o de izquierda, o de la democracia o la dictadura.

El resultado del referéndum determina que las negociaciones tienen que seguir;  todos los jugadores pierden y todos ganan a la vez.

Los próximos meses nos dirán en función de estos resultados, si fue el miedo o la sensatez lo que movió al electorado español, o si fue la cuestión ideológica de derecha e izquierda lo que privó en su decisión final de noviembre de 2015.

Eduardo Guerra B.
Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

lunes, 29 de junio de 2015

 Pablo Iglesias a  Alberto Garzón:
    ¡No te vistas que no vas…!

 “El amor y el interés se fueron al campo un día, pero más pudo el interés que el amor que le  tenía.”                                     Refrán Popular.

El pasado miércoles 24 de junio, se reunieron en la sede de PODEMOS, en Madrid, después de varios meses sin hacerlo, el líder máximo de la joven formación morada, Pablo Iglesias, y el candidato a las elecciones de la Presidencia de España, Alberto Garzón, de Izquierda Unida.

El encuentro, que había generado mucha expectativa, dado que los resultados de las elecciones municipales y autonómicas le dieron buenos e importantes éxitos a esa fusión de partidos de izquierda, terminó como ya anunció hace meses Pablo Iglesias, en que no habrá acuerdo electoral entre IU y PODEMOS, algo así como “No te vistas que no vas…”

Y es que aunque haya muy buena sintonía entre Iglesias y Garzón, por la coincidencia en lo programático y el diagnóstico de la situación del país, la diferencia en la estrategia es notable: Iglesias quiere ser el candidato, con sus propias siglas de PODEMOS, y Garzón está dispuesto a no serlo, siempre y cuando lo hagan en una plataforma única de izquierda, parecida a la de AhoraMadrid.

Pero es que el interés de cada uno es diferente, aunque se tengan mucho amor desde hace años.
Alberto Garzón se muestra sumiso y débil frente a un Pablo Iglesias que se sabe poderoso, en virtud de las más recientes encuestas.  De hecho, la reunión se hace en la sede de PODEMOS y no en un punto neutro, como ocurrió en la reunión de Iglesias y Pedro Sánchez del PSOE, que fue en un hotel, cenando pescadito y tortilla.

Al parecer Garzón busca desesperadamente el acuerdo con Iglesias, porque de esa forma podría disimular el fracaso y la caída de IU, precisamente al ser fagocitada por PODEMOS (Iglesias, Monedero, Errejón, antiguos miembros y asesores de IU) y acallaría voces en su propio partido como las de Cayo Lara y Gaspar Llamazares que internamente reclaman que Garzón parece un Caballo de Troya de PODEMOS en IU.

Por su parte, la estrategia de Iglesias es aparentar que PODEMOS se parece más al PSOE que a IU, ese radicalismo de los que representan al comunismo en España, no le conviene, por ahora… Ipse Dixit Hugo Chávez.

De momento y en la medida que avance la campaña electoral, PODEMOS se hará en apariencia más demócrata que nunca, más de centro que todos, hasta bajará el tono amenazante que ha usado meses atrás. Iglesias no fruncirá tanto el seño, y hasta sonreirá más, viajará en su autobús por toda España, cual Barack Obama o Hugo Chávez en sus campañas.

El problema para IU, es que sus dirigentes fundamentales, Anguita, Lara, Llamazares, nunca han negado ser comunistas, dignos representantes del Marxismo Leninismo, y de ahí que nunca hayan ganado más del 5% del electorado en elecciones generales. Sin duda, no han pretendido engañar, con gallardía han dicho lo que son.

Pero ese no es el caso ni la estrategia de PODEMOS. Ellos saben que las elecciones se ganan en el centro, y al centro irán con tal de llegar al poder. Ser “Los monaguillos de Maduro”, según Felipe González, no se lo podrán quitar de encima, será su karma en la campaña. Su habilidad será engañar al electorado, disfrazarse de caperucita roja, hacerle creer a Pedro Sánchez que han cambiado, y que los de PODEMOS ya no son populistas, ni los del PSOE son tan casta…

Para Cayo Lara y Garzón, los resultados de las municipales y autonómicas demostraron que las marcas blancas de PODEMOS no eran tan fuertes, que si no fuera por IU, tampoco se hubieran conseguido los citados éxitos; pero por esa misma razón es que PODEMOS no quiso ir con sus propias siglas, si los resultados eran malos, la culpa sería de las submarcas, y si ganaban entonces sí eran de PODEMOS.

¿El cinismo y el pragmatismo frente a la realidad?

El pueblo español decidirá el próximo noviembre si se cree el cuento de la Caperucita Roja

Eduardo Guerra B.

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.


           

lunes, 22 de junio de 2015

El discurso del odio  como herramienta para ganar elecciones.

                 “Nadie aprende en cabeza ajena” 
Refrán popular.

Una de las debilidades de la democracia como sistema político, es que por principio le debe dar siempre la oportunidad de participar en su seno a formaciones, personas o grupos antidemocráticos, a esos que no creen en ella.  Y no sólo que no crean en la democracia, sino que manifiestamente se han mostrado en contra de la tolerancia, y el respeto por los demás.

En apenas horas de haber llegado al poder municipal de importantes ciudades españolas, la izquierda rabiosa, la antisistema, la sectaria, ha mostrado el estilo y las formas que nos esperan en los próximos años.

El pasado sábado 13 de junio, después del acto de investidura como alcaldesa del Ayuntamiento de Madrid de la Sra. Manuela Carmena, a la salida del acto, a Begoña Villací, vocera de Ciudadanos y a los demás miembros del grupo, los insultaron con toda clase de improperios, se los amenazó de muerte, entre empujones y al grito de “SÍ SE PUEDE”. Días después se conocieron los intolerables tuits antisemitas, del Concejal de AhoraMadrid, Guillermo Zapata; pasadas unas horas salió a flote la imputación de la vocera de AhoraMadrid, Rita Maestre, por haber entrado a protestar, semidesnuda en una capilla católica de la Universidad Complutense. En la misma semana, el nuevo Alcalde de Cádiz, José María González, más conocido como Kichi, de PODEMOS, apartó con cierto desprecio el crucifijo que estaba en la mesa donde se juramentó, luego quitó el retrato del Rey Juan Carlos I, que estaba en su despacho y lo sustituyó por el del anarquista Salvochea y ahora se niega a volver a izar la bandera de España en la plaza de Sevilla. Para concluir esta semana, el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, ha parafraseado un fragmento del Manifiesto Comunista de Marx y Engels en el momento de prometer su cargo como diputado en las Cortes autonómicas.

Podríamos llenar varios folios con las “anécdotas” y escándalos protagonizados por los grupos de izquierda radical que han llegado a los gobiernos municipales y autonómicos, podríamos poner imágenes de cómo se han presentado a los actos de investidura en mangas de camisa y cholas, con sus piercings y tatuajes, rompiendo todo protocolo, para demostrar demagógicamente que ellos sí son gente sencilla, gente del pueblo…

Por supuesto, desde las tertulias periodísticas de los medios de comunicación afectos a la izquierda (por ejemplo La Sexta TV y Cuatro TV), se dice que la derecha recalcitrante está exagerando con la queja acerca de estos actos. Pablo Iglesias, el líder máximo de PODEMOS se atreve a comparar la protesta de Rita Maestre, la vocero de AhoraMadrid, con las protestas de Nelson Mandela frente al Apartheid. Para la izquierda rabiosa los delitos de los suyos no son tan delitos, sus corrupciones no son tales, y siempre las penas y castigos para los de la derecha deben ser ejemplares. Los periodistas progres, algunos, haciendo de tontos útiles, dicen que a estos nuevos gobernantes hay que darles el beneficio de la duda, los primeros 100 días para empezar a criticarles, que hay que ser tolerantes porque tienen poca experiencia mandando;  que ya está bien de acusarles de ser chavistas a lo venezolano…

A Begoña Villacís, el 13 de junio, las nuevas autoridades le sugirieron que salieran por la puerta de atrás del Ayuntamiento, para evitar que los grupos que estaban celebrando el triunfo de Manuela Carmena no la fueran a agredir. Afortunadamente la valentía se impuso y se negó.

El comunismo-socialismo, sobre todo el del Siglo XXI, sabe y practica que si no se tiene el poder militar para gobernar, entonces se trabaja sembrando la contradicción desde la base (Manifiesto Comunista), minando sus estructuras; luego usando el beneficio del voto para llegar al poder, y desde ahí acabar con la democracia y la división de poderes.

Sí, lo sé, España no es Venezuela, pero el PODEMOS de Pablo Iglesias sí se ha nutrido y se continúa nutriendo de la savia chavista. Claro está, el manual CastroChavistaMadurista de la franquicia dice que en los momentos electorales habrá que negar cien veces la vinculación.

En Venezuela como en España, la izquierda rabiosa ha seguido la misma estrategia, disfrazarse de Caperucita Roja, y lo peor es que los partidos de izquierda democrática (PSOE, AD, COPEI), allá como aquí, se han prestado para que la estrategia les funcione a los radicales, creyendo que ellos, por ser más experimentados y demócratas podrían controlar a los cabezas calientes chavistas podemistas.

Nos esperan días aciagos… España no es Venezuela, pero bien lo dice el refrán popular “Nadie aprende en cabeza ajena”.

Ojalá me equivoque, pero no me extrañaría ver dentro de unos meses una esquina caliente en Madrid o Barcelona, como la que existe en Caracas muy cerca del Congreso Nacional.

Eduardo Guerra B

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

lunes, 15 de junio de 2015

¡Se consumó el cambio!

 Ciudadanos y PODEMOS han decidido el nuevo mapa político de España.

"Todo fluye, nada permanece"
Heráclito de Efeso (540-470 a. C.) Filósofo griego.


Finalmente el sábado 13 de junio se dio un cambio político en España, las elecciones municipales y autonómicas determinaron que el bipartidismo dejó de ser hegemónico para darle paso al cuatripartidismo español. Lo interesante e importante es que ahora las estrategias de los cuatro partidos estarán orientadas a ganar las próximas elecciones generales de noviembre. 

Y a todas estas,

¿Quién quedó mejor parado de cara a ese escenario?

Para el Partido Popular la situación es difícil y compleja. Aún siendo el partido que más votos consiguió, sin duda es el más afectado al perder ciudades como Madrid, Valencia y Zaragoza, después de gobernar en ellas por más de veinte años. La corrupción ha sido su principal lastre y para más INRI, han tenido que asumir el gran disgusto de la población con las medidas de ajuste económico, y ahora que se empieza a ver cierta mejoría en la tendencia de la recuperación de la economía, posiblemente las maduras se las comerá otro, quedándose el PP sólo con las verdes. Mariano Rajoy se muestra confundido, primero dice que no hará ningún cambio ni en su equipo humano, ni en las políticas económicas, para unos días después declarar y admitir que sí los hará. Luego, pasadas unas horas, dice que nadie debe hacerse expectativas con tales cambios, algo así como que está deshojando la margarita. Su estrategia más segura es presentarse como el único partido y candidato que puede evitar que la izquierda, sobre todo la izquierda rabiosa, frene y acabe con la tendencia de mejoría económica; se mostrará como el único capaz de frenar la amenaza comunista que quiere destruir el estado monárquico y ser el único capaz de frenar a los independentistas que no quieren una España unida. Es posible que tenga éxito con esta estrategia, sobre todo va a depender de lo que hagan los nuevos gobiernos municipales y autonómicos de izquierda, que ya amenazan con sus primeras medidas la estabilidad y la cordura en Barcelona, Valencia, Cádiz o Madrid.  Su posibilidad de volver a ser Presidente del Gobierno de España pasa por ser apoyado por Ciudadanos, único partido con el que puede sentarse a negociar.

Albert Rivera y Ciudadanos han jugado a ser reconocidos como el verdadero partido del centro, al apoyar a Susana Díaz (PSOE) en Sevilla, o a Cristina Cifuentes (PP) en Madrid. Podríamos decir que es el partido bisagra de la democracia española, capaz de frenar a los independentistas (casi logran evitar que  Compromís de Valencia entrara en el gobierno, haciéndole la oferta a Ximo Puig del PSOE). Como sus votos provienen en su mayoría de los decepcionados del PP, la izquierda los acusará de ser la marca blanca del PP o del bipartidismo, pero resulta que Ciudadanos se alimenta también de los votos de los disgustados del PSOE y hasta de los de PODEMOS. Se presentará de cara a las generales como el único partido del cambio democrático, constitucionalista, monárquico, no corrupto y con caras nuevas. Quién quita que Albert Rivera sea el presidente de Gobierno español con el apoyo abierto y explícito del PP y de Mariano Rajoy, que para evitar que Pablo Iglesias-PODEMOS lleguen a la Moncloa, terminen por apoyarlo como Presidente. Dependerá del número de votos que consiga cada uno.

El PSOE de Pedro Sánchez es el otro gran perdedor del bipartidismo, habiendo perdido más de 600 mil votos en las municipales y autonómicas, pero quedando bien parados y ganando influencia para hacer pactos con los partidos de izquierda radical y con los independentistas. Pedro Sánchez está jugando a ser la fuerza hegemónica de la izquierda, apoyando y dejándose apoyar por PODEMOS y sus marcas blancas. El problema para Sánchez es que Pablo Iglesias aspira, y así lo dice, ser la verdadera fuerza de izquierda, que ya se fagocitó a Izquierda Unida y que tiene gran posibilidad de hacerle lo mismo al PSOE. Al parecer, olvida Pedro Sánchez que su partido fue fundador de esta democracia, que su partido es constitucionalista, y que también tienen un gran rabo de paja de la corrupción.  Su estrategia es ganar fuerza en alcaldías y autonomías a través de los pactos, para desde esa base intentar convencer a España que con él volverá al estado de bienestar, que según la izquierda, dañó el PP.  Un dirigente fundamental del PSOE, Felipe González, le ha recordado en estos días a Sánchez que se cuide, porque “Está haciendo pactos con los monaguillos de Maduro” (Iglesias, Monedero, Errejón, etc.) El verdadero problema del PSOE es que si apoya el Statu Quo (PP, bipartidismo) PODEMOS lo arrasa, y si apoya a PODEMOS y las otras fuerzas de izquierda, igualmente pueden ser desplazados.  Está el PSOE sufriendo ya el síndrome del “abrazo del oso”. Para completar sus desaciertos han terminado por apoyar a los independentistas del CIU en Cataluña, Ada Colau en Barcelona y a los de Compromís en Valencia, todo con tal de sacar al PP de los gobiernos. Han pasado de ser un partido de gobierno a ser un partido bisagra para que otros manden.

PODEMOS, sus marcas blancas y Pablo Iglesias. En realidad son ganadores. Al igual que Ciudadanos, sin tener nada, ningún concejal, alcaldes o presidentes de autonomías,  han pasado a ser los que decidieron el mapa de quién mandará en España, y a tener representación en todo el país. Vale advertir que mientras Ciudadanos sí se presentó con sus propias siglas; PODEMOS lo hizo en alianzas con fuerzas locales de izquierdas, de tal manera que Manuela Carmena (nueva alcaldesa de Madrid) dijo hasta el cansancio en la campaña que ella no era de PODEMOS. La estrategia de Pablo Iglesias se basará en tratar de desvincularse de sus nexos y conexiones chavistas de izquierda radical, o de su parecido al Syriza griego, para intentar simular parecerse lo más posible al PSOE social demócrata.  Él sabe que se está metiendo en un pozo con un tiburón llamado PSOE, pero también confía que él y su gente son como las pirañas del pozo tropical. Han sabido aprovechar el descontento de la gente, le han sacado partido a la crisis económica, han sabido denunciar la corrupción del PP y del PSOE y pueden llegar a la Moncloa si logran convencer a los españoles de que ellos no son la franquicia del socialismo del Siglo XXI, CastroChavistaMadurista. No son un partido bisagra y aspiran polarizar la campaña con el PP.

Dadas las circunstancias, nada me extrañaría que en algún momento de los próximos cuatro años, veamos cómo a Nicolás Maduro o a Evo Morales, les entreguen las llaves de la ciudad de Madrid o de Barcelona, como invitados ilustres…

Eduardo Guerra B.

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.

lunes, 8 de junio de 2015

De la ilusión del voto, a  la  decepción de los pactos.
                                      
   “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros” 
Groucho Marx.

Los días de precampaña y los de campaña electoral son los días de la ilusión, de las ideas, de las propuestas de cambio, de las estrategias; son los tiempos donde la ideología cuenta, los días donde ser de derecha o de izquierda es una definición importante para los electores… Podríamos decir que es como la etapa del enamoramiento de una pareja, es como la fiesta de la democracia.

Pero pasado el día de los escrutinios, el elector, ese votante que con ilusión fue a votar, comienza a vivir la decepcionante experiencia de ver a los partidos y los políticos por los que votó, comportarse como unos parias que viven una especie de vorágine del reparto del poder. Es el tiempo de los pactos, ese tiempo donde los principios ya no cuentan, esa etapa en la cual sólo importa tocar el poder a toda costa. Es, si se quiere, la etapa terrible de la política, porque se descubre que muchas de las frases y slogans de la campaña, no eran más que eso, slogans vacíos que se hicieron para enamorar al elector, a sabiendas que no cumplirían ninguna de las promesas electorales.

Esta fase de los pactos es también la etapa de la amnesia de los dirigentes políticos, esos días donde los insultos, agravios y ataques, se olvidan. Como por arte de magia se les olvida que el adversario político (y en algunos casos el enemigo) ya no es tan “casta”, ya no es tan “populista”, ni tan “independentista”, ya no es tan corrupto y autoritario como parecía, ya no es tan naranjito… y pare usted de contar. Lamentablemente es la etapa de la política cruda y dura, son los días de llegar al poder aunque se decepcione a quien los votó. Total da igual, dentro de cuatro años se nos olvidará que nos engañaron y los volveremos a votar.

Es verdad que el sistema electoral está montado así, que si se quiere es legal, que no deja de ser democracia a la española, pero es innegable que el sistema es imperfecto y que poco a poco va decepcionando cada vez a más gente.

Un principio básico de la democracia es que aquel que más votos saque, sea el que gobierne.  Así lo ha entendido la humanidad desde los primeros tiempos como fórmula para convivir en paz y en sociedad. También es verdad que para evitar los excesos del poder, la sociedad ha buscado métodos para repartir de manera ecuánime el mismo, de ahí el método D´Hondt, o escrutinio proporcional plurinominal, aunque lamentablemente, ese espíritu de la ley sea continuamente violado.

Los pactos en sí mismos no son malos, de hecho son un ejercicio democrático para lograr la estabilidad de la gobernabilidad; pero los pactos para que sean legítimos deberían ser previos a las votaciones, el elector debería saber qué harán con su voto en el caso de ganar.

Estoy seguro que este sentimiento de engaño, decepción y frustración lo está padeciendo mucha gente en estos días, causando gran incertidumbre en toda la población. A los partidos no se les dio un cheque en blanco para que jugaran con el voto a su libre entender, se supone que el voto estaba apoyando un programa, una ideología, que estaba respaldando a la democracia.

Ver ahora cómo la mayoría de los políticos se rebajan y cómo se reúnen para hacer pactos que pondrían en peligro a la misma democracia con tal de llegar a gobernar,  más que una decepción, es un verdadero cabreo que no debemos olvidar para futuros comicios. 

Nos esperan las elecciones generales de noviembre, a ver si nos dejamos engañar otra vez…

Eduardo Guerra B

Analista político y representante en España de la empresa, Estudios y Organización Eugenio Escuela. 


lunes, 25 de mayo de 2015

Del voto cruzado al voto útil, del voto oculto al voto castigo.

 “Los malos funcionarios son electos por buenos ciudadanos que no ejercen su voto”                                                    George Jean Nathan.


Faltando apenas unas horas para que se celebren las votaciones municipales y autonómicas, escribo estas líneas en mi jornada de reflexión, y lo único que me atrevo a pronosticar es que, en esta oportunidad, a las encuestas les costará mucho acertar quiénes son los candidatos ganadores y, por consecuencia, es casi imposible  adivinar los posibles pactos políticos con los que se gobernará en los próximos cuatro años.

La campaña electoral en general, fue muy tranquila, descafeinada, más bien aburrida y plomiza, a pesar de que en el ambiente político irrumpieron las dos nuevas formaciones PODEMOS y Ciudadanos.  Y la dificultad para acertar el pronóstico de los ganadores está en que el voto será o fue, un voto muy disperso y variado.

De seguro, y tal como lo anuncian la mayoría de las encuestas, la tarta electoral se dividirá en tres pedazos más o menos iguales, 33% para el Partido Popular (PP), 33% para el Partido Socialista (PSOE) y 33%  para dividírselo a partes iguales la gente de PODEMOS y de Ciudadanos. De tal manera que si los líderes de Ciudadanos  deciden ser un partido de centro derecha y no centro izquierda como pregonan, entonces podríamos decir que el equilibrio de derecha e izquierda se mantendrá vigente. En consecuencia aquellos que logren mayorías absolutas serán una excepción.

Para poder interpretar qué sucedió finalmente el domingo 24, les planteo estas breves definiciones de los distintos tipos de votos, elementos que ayudarán a entender cómo fue que votaron los ciudadanos españoles:

El voto castigo: Es ese voto que se le niega al partido político al que se votó anteriormente, con la idea de castigarlo por su mala gestión, corrupción, etc. Este voto castigo casi siempre se hace votando en blanco, votando al adversario, o a un tercer partido emergente. Regularmente lo padecen los partidos que están gobernando.

El voto en blanco: Consiste en no introducir ninguna de las papeletas electorales en los sobres, casi siempre está ligado al voto castigo. Hay que tomar en cuenta que en España el voto en blanco no es computable a la hora de repartir escaños, por lo tanto no supone castigo para los grandes partidos, sino al contrario, solamente es un castigo para los pequeños partidos.
El voto útil: Este voto fue muy solicitado por las distintas fuerzas políticas: Mariano Rajoy lo pidió para evitar que la recuperación económica se perdiera; Pablo Iglesias, para que se produjera un cambio verdadero; y Albert Rivera, para que hubiera un cambio sin estridencias. Quienes defienden esta tesis del voto útil, suelen resaltar el valor colectivo del voto y la necesidad de concentrarlo para obtener resultados. En elecciones pluripartidistas muy polarizadas entre dos partidos, también suele solicitarse el voto útil como forma de captar los votos de votantes no tradicionales de esos partidos, basándose en el miedo a que gane el otro, favoreciendo de hecho el bipartidismo.
Quienes cuestionan el voto útil destacan que el mismo tiende a favorecer a los partidos que ya son poderosos, impidiendo el crecimiento de nuevas alternativas. Sostienen también que este tipo de voto es de dudosa legitimidad moral y que el ciudadano debería votar al candidato que más le guste, independientemente de que tenga o no tenga posibilidades de ganar.

El voto oculto: Es uno de los votos más importantes. Los sociólogos e investigadores políticos utilizan este término para definir a las personas que mienten en las encuestas de intención de voto. Este votante que esconde sus preferencias puede cambiar de una elección a otra y es una de las razones que explican la falta de inclinación de los votantes de un determinado partido a revelar su opción, dado que la formación por la que va a votar no es bien vista en su entorno, por ejemplo por estar ligadas sus siglas a casos de grandes escándalos de corrupción.

El voto cruzado: Consiste en introducir papeletas de distintos partidos políticos, a las distintas instancias a elegir. Por ejemplo la lista de concejales al PP que elegirán a su alcalde; la lista del Cabildo al PSOE, para elegir al presidente del Cabildo; y la lista a los diputados autonómicos a Coalición Canaria, para elegir el Presidente del Gobierno Canario. Este voto lo suelen hacer aquellos votantes independientes que no están identificados con un solo partido, aquellos menos ideologizados, que votarán más libremente, más allá de las siglas políticas. 

Luego hay una serie de conceptos ligados al voto, como el voto racional o inteligente, el voto del miedo, el voto del resentimiento o de venganza (al que jugó la gente de PODEMOS) e inclusive, el voto de la abstención consiente, que se ejerce no sufragando por no estar de acuerdo con ninguno de los candidatos o listas que se presenten.

Conocidos los resultados, tocará analizar si se impuso el voto castigo, es decir si  castigó o no, o dio la sorpresa el voto oculto, que se ocultó a lo largo de la campaña, o si al final la fuerza y la variedad de las opciones políticas estimuló el voto cruzado que finalmente se cruzó.

Eduardo Guerra B

Analista político y representante en España de la empresa Estudios y Organización Eugenio Escuela.